Es un honor para nosotros darles la bienvenida en este acto tan significativo: la jura de nuestros nuevos matriculados y matriculadas.
Cada una y cada uno de ustedes inicia hoy una nueva etapa en su trayectoria profesional, y como Consejo nos enorgullece acompañarlos en este camino.
Nuestro Consejo fue creado por la Ley 13.026, que nos otorga el gobierno de la matrícula y nos asigna la responsabilidad indelegable de proteger, jerarquizar y promover el ejercicio profesional en todo el territorio de la provincia de Buenos Aires. Esta ley nos dio un marco institucional sólido y, al mismo tiempo, nos comprometió a trabajar día a día en defensa de nuestra comunidad profesional.
La matriculación no es solo un requisito legal: es una obligación, pero también un derecho. Les brinda reconocimiento, respaldo y pertenencia. Los habilita para ejercer plenamente, pero además los incorpora a una comunidad que trabaja por mejorar la profesión, fortalecer sus estándares y defender sus incumbencias. Ser parte del Consejo es formar parte de un colectivo que tiene voz, que se hace escuchar y que trabaja por el progreso de la informática en nuestra provincia.
Nuestro Consejo funciona con las puertas abiertas, con comisiones que se ocupan del seguimiento de las obligaciones, pero también de las necesidades de cada matriculado y matriculada, pero hay un rol fundamental dentro de la estructura que es el Tribunal de Disciplina, órgano que garantiza el cumplimiento del código de ética y vela porque nuestra labor profesional se desarrolle con responsabilidad, integridad y respeto. Este tribunal es un pilar esencial del Consejo porque preserva la confianza social en nuestro trabajo y en la disciplina informática como profesión.
Formar parte de un organismo que cuenta con un tribunal de disciplina es una forma de ofrecer garantías a la sociedad de la que formamos parte y nos permite jerarquizar nuestra profesión.
Hoy a mi me toca ocupar el rol de presidente, pero me acompaña un gran equipo de trabajo y no quiero dejar de destacar que todas las autoridades del Consejo ejercemos nuestros cargos ad honorem. Lo hacemos movidos por la convicción, por el compromiso y, sobre todo, por la pasión por nuestra profesión. Creemos profundamente en el valor social de la informática y en la responsabilidad colectiva de fortalecerla.
Hoy les damos la bienvenida formal, pero también los invitamos a integrarse activamente al Consejo. Necesitamos su participación, sus ideas, su energía y su mirada actualizada del ejercicio profesional. Este Consejo lo construimos entre todas y todos. Su presencia hoy es el comienzo; su participación futura es el camino que queremos recorrer junto a ustedes.
Les deseamos una carrera plena, ética y con crecimiento constante. Cuenten con nosotros para acompañarlos.
Muchas gracias, y felicitaciones por este importante paso profesional. Bienvenidas y bienvenidos al CPCIBA.





